16
May

0

Llegamos a ser lo que pensamos

 

Yo creo que nuestros pensamientos determinan nuestras acciones. El director de proyecto debe creer en el proyecto desde el principio al fin. Si el director de proyecto no cree en el proyecto, no será capaz de convencer a los miembros de su equipo. Nosotros como directores de proyecto necesitamos vender nuestros proyectos en las organizaciones.  Primero tenemos que empezar vendiéndonos el proyecto a nosotros mismos. Cuando pensamos constantemente sobre alcanzar una meta determinada, entonces daremos los pasos correspondientes para avanzar hacia esa meta.

 

Supongamos que tenemos un director de proyecto que piensa que será capaz de convencer a un cliente sobre el beneficio de una solución. Como un imán humano, ese director de proyecto atraerá a las personas para influenciar al cliente para convencerle sobre el beneficio de esa solución. La idea de que llegamos a ser lo que pensamos se expresa como la ley del pensamiento dominante. Esto significa que hay un poder dentro de cada uno de nosotros que nos impulsa en la dirección de nuestros pensamientos dominantes. La palabra clave aquí es dominante. Obviamente solo unos pocos pensamientos positivos no producen resultados positivos. Necesitas practicarlo y ser disciplinado sobre ese pensamiento positivo cada día hasta que llega a ser parte de ti como un hábito. La forma en que vives tu proyecto envía mensajes a los miembros de tu equipo. Les estás preparando para el fracaso o para el éxito del proyecto. Depende de ti.

En el año 1992, cuando era un director de proyecto en HP Española, realicé mi primera presentación en inglés en una Conferencia de Dirección de proyectos organizada por HP en los Estados Unidos. Preparé mi primera presentación en inglés durante varias semanas y después viajé a San José (California), y presenté mi caso allí a una audiencia de directores de proyecto de HP. Estaba muy nervioso al comienzo de la presentación debido a que mi nivel de inglés no era bueno. Sin embargo, a medida que mi presentación avanzaba me iba sintiendo mejor. ¿Por qué? Porque creía en ese proyecto y había vivido esa experiencia con mi equipo. En aquel momento mi nivel de inglés no fue lo más importante. Lo más importante fue mi entusiasmo contando mi historia a la audiencia.

Esa presentación cambió mi comportamiento. Desde entonces he continuado enviando artículos y presentaciones a Congresos y “Symposiums” internacionales cada año, contando y compartiendo mis experiencias a diferentes audiencias, forzándome a mí mismo a escribir y a hablar cada vez mejor en inglés.

Mis sueños se han convertido en realidad porque orienté mis pensamientos a conseguir un objetivo claro. Esta magnífica experiencia ha sido maravillosa para mí. Creo que fue una experiencia única porque me enseñó que cada uno de nosotros puede alcanzar su objetivo cuando cree en sí mismo y mantiene sus pensamientos centrados en lo positivo.

No Comments

Reply

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies